Recibir un tratamiento intravenoso (IV) puede generar incertidumbre, especialmente si es tu primera vez. Ya sea quimioterapia, bioterapia, inmunoterapia u otra terapia intravenosa, prepararte física y emocionalmente puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes antes, durante y después del procedimiento.
Te compartimos algunas recomendaciones para que tu experiencia sea más cómoda y tranquila.
1. Infórmate con tu equipo médico
Antes del tratamiento, resuelve todas tus dudas con tu especialista: qué medicamento se aplicará, duración del procedimiento, posibles efectos secundarios y cuidados posteriores. La información clara reduce la ansiedad y te permite prepararte mejor.
2. Viste ropa cómoda
Elige ropa holgada, de manga corta o fácil de subir. Esto facilita el acceso al brazo o al puerto central si es que cuentas con uno. Llevar un suéter ligero también es útil si el área está climatizada.
3. Hidrátate y aliméntate bien (si está permitido)
Consulta si puedes comer antes del tratamiento. En muchos casos, una comida ligera y mantenerse bien hidratado ayuda a sentirte mejor durante y después de la aplicación.
4. Escucha a tu cuerpo
Si durante el tratamiento sientes molestias, mareo o ansiedad, comunícalo al personal de enfermería. Están capacitados para ayudarte y ajustar el proceso si es necesario.
5. Planea tu recuperación
Después del tratamiento, es común sentirse cansado. Procura no agendar actividades exigentes ese día. Descansar, comer bien y mantenerte hidratado favorece la recuperación.
Nosotros brindamos tratamientos intravenosos en un entorno seguro, cálido y profesional. Nuestro equipo de enfermería y médicos te acompañan en cada paso, con atención personalizada y humana.
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